Acción de Rincón (Esteban Garino)

viernes, 15 de octubre de 2010

A modo de catálogo

Entre 2006 y 2008, a través de la Fundación Colonia Antigua, quien suscribe llevó a cabo la tarea de detectar la existencia de material relativo a la ocupación luso-brasileña de Colonia del Sacramento (1818-1828). La exhaustiva investigación permitió ubicar piezas representativas y únicas en manos de particulares, halladas usualmente en las costas del Barrio Histórico, del Real de San Carlos y en excavaciones para cimientos en diversos sectores de la ciudad.
Una vez clasificado el material, se acondicionó la sala número 9 del Museo Portugués de Colonia del Sacramento con la denominación de “Sala Cisplatina”. En dicho espacio se realizó el montaje de la exhibición “Los últimos portugueses”, que alberga el material patrimonial rescatado por la Fundación complementado por las piezas preexistentes del Museo Portugués.
A continuación se reproducen las cédulas museográficas de los objetos expuestos para dar una idea aproximada de lo que podría hallarse en el área de las trincheras del Rincón de las Gallinas como así también a lo largo del extenso campo de batalla.

Único éxito posible: las trincheras

Entonces, dónde podría radicar el éxito en este intento? Sin duda, en la extensa línea de trincheras, en cuyo extremo oriental ocurrió la primera fase del combate, al ser reducida por las tropas de Rivera la guarnición de 50 hombres que custodiaba ese sector cercano a los Portones de Haedo.
Concebida para proteger el acceso por tierra a la península que conforma el Rincón de las Gallinas, esta estructura defensiva fue construida por hombres del general José de Abreu Mena Barreto y por vecinos de la zona, con una paga diaria de tres reales, en la mayor angostura entre los ríos Negro y Uruguay. El larguísimo foso tenía reductos cada cuatrocientos metros, en varios de los cuales se emplazaban cañones. El mayor de los reductos contaba con tres piezas de artillería. Por otro lado, servía de elemento de contención para la importante caballada de las tropas de Abreu, estacionadas en el poblado de Mercedes.
Con la completa información documental obtenida hasta el momento, los micro-relieves detectados mediante el Google Earth y el testimonio oral de los lugareños, se realizará la primera aproximación y reconocimiento del terreno.

¿Qué hallazgos se esperan?

Dadas las características de la acción y el tipo de unidades comprometidas en la misma, son muy bajas las expectativas de encontrar artefactos relacionados con los actores de este enfrentamiento. Si de proyectiles se trata, elementos preponderantes en la mayoría de los campos de batalla, al no utilizarse artillería, sólo podría esperarse el hallazgo de municiones (esféricas de plomo) provenientes de armas portátiles de chispa. Sin embargo, por este lado tampoco se plantea fácil la tarea, como ocurriría naturalmente en sitios de batallas campales.
En los partes del Combate del Rincón, sólo se registra una descarga principal de los 40 tiradores orientales sobre la primera columna brasileña. Dada la sorpresa, si bien se descuenta alguna respuesta de fuego de parte de los hombres de los coroneles Gerônimo Gomes Jardim y José Luiz Mena Barreto, abatido éste último en el ataque, se pasó a la carga blandiendo sables y lanzas desde las monturas.
La acción, que se inició a modo de emboscada en un espacio acotado entre un arroyo y una cañada, supuso el intento de formación de una línea de batalla brasileña que devino en repliegue e inevitable desbande de las columnas de caballería imperial. En la tenaz persecución por parte de los orientales, cayeron más de un centenar de jinetes brasileños, por lo que el campo de batalla se extendió a lo largo de varios kilómetros, desandando probablemente el camino que había conducido a los regimientos de caballería 24° y 25° imperiales desde Paysandú.
Si a este considerable factor de dispersión le agregamos la enorme necesidad de armamento y equipo del Ejército Libertador, se puede concluir que cada carabina, pistola, sable y proyectil sin disparar que quedó abandonado o en manos de los caídos fue recogido con avidez por los orientales. Precisamente, este botín de guerra quedó detalladamente documentado en uno de los partes que el brigadier general Rivera envió al general Lavalleja:

189 carabinas
167 sables
164 pistolas
183 cananas
7590 cartuchos a bala
10 lanzas
2 cajas de guerra
3 clarines

Además de los 8000 caballos capturados que reforzarían notablemente al Ejército Libertador. Evidentemente, este listado nos indica con exactitud lo que no hallaremos, reduciendo aún más nuestras posibilidades en una vastísima extensión de terreno.


Equipo de trabajo

Como en la última etapa del proyecto de investigación y rescate arqueológico desarrollado en el campo de batalla del Combate de San Pedro, integran el equipo de trabajo: Ezequiel Fernández Inverzo, arqueólogo; el mayor Marcelo Díaz, asesor en temas de estrategia militar y estudiante de Arqueología; Eduardo Zubía, experto en armas antiguas y miembro de la Asociación de Amigos del Museo Militar del Ejército Nacional; y quien suscribe.

Objetivo y desafío

Acción de Rincón, según el artista plástico uruguayo Esteban Garino

El Combate del Rincón fue el primer revés de las fuerzas imperiales brasileñas en la Banda Oriental, lo que las obligó a mantenerse encerradas en las “plazas fuertes” de Montevideo, y Colonia y el pueblo de Mercedes. Un mes después, en octubre de 1825, la moral alta de los orientales, acrecentada desde Rincón, derrotó una vez más al Imperio del Brasil en Sarandí. Esta victoria fue el preámbulo de la caída definitiva del ejército de Pedro I en Ituzaingó, Rio Grande do Sul, último capítulo de la Guerra con el Brasil o Cisplatina, y culminación del proceso independentista de la Provincia Oriental del Río de la Plata, que se separó del Imperio y de las Provincias Unidas con la denominación de Estado Oriental del Uruguay.
Lamentablemente, no se conocen evidencias y/o restos materiales de este combate en los museos uruguayos, con la sola excepción de una insignia de cazador brasileño que se exhibe en el Museo Histórico Nacional – Casa de Rivera (Montevideo) como un objeto sin identificar, cuyo rótulo reza “distintivo hallado en campos del Rincón de las Gallinas”. Por ello, dada la rica y valiosa experiencia de San Pedro en lo que hace al rescate de artefactos relativos al combate, que ya están preparados para integrarse a los acervos de varios museos (Español en Colonia, Militar en Montevideo y futuro museo de sitio en San Pedro), se planteó el desafío de ocupar esos exhibidores vacíos con los objetos de los hombres que lucharon por la Independencia y que aún oculta la tierra.

"DISTINTIVO Hallado en campos del
Rincón de las Gallinas (Dpto Río Negro)"
(Museo Histórico Nacional – Casa de Rivera)

La inevitable causalidad

Pocos días después, al comentar esta increíble “casualidad” al mayor Marcelo Díaz, asesor del equipo en temas de estrategia militar, estudiante de la carrera de Arqueología, y colaborador desde la primera campaña en San Pedro, advertimos que en realidad se trataba de una “causalidad”: sin saber de nuestra intención de detectar en terreno las distintas fases del Combate del Rincón, Marcelo tenía en preparación un trabajo monográfico sobre esa acción militar para la facultad, aprovechando todas las fuentes castrenses a su alcance.
Con el testimonio y la posibilidad de acceder al campo aportados por Christian y el corpus bibliográfico y cartográfico reunido por Marcelo, sólo había que esperar la culminación de la prospección en el campo de batalla de San Pedro. De allí en más, con la experiencia y aprendizaje obtenidos en dicho terreno, deberíamos estudiar una primera incursión en el Rincón de la Gallinas.
El día llegó y en agosto pasado, se dieron por finalizados los trabajos patrocinados por la Embajada Británica en Montevideo y la Fundación Colonia Antigua - HSBC Bank Uruguay en San Pedro.

Un almuerzo sin caldo pero con un Rincón de las Gallinas

A principios de 2009, en uno de los almuerzos regulares de nuestro grupo binacional de amigos en Colonia del Sacramento, surgió el tema de la prospección arqueológica que estábamos llevando a cabo en el sitio del Combate de San Pedro, acción acaecida 20km al norte de Colonia, en junio de 1807, durante el período de las Invasiones Inglesas en la Banda Oriental.
Como había sucedido en varias oportunidades desde 2005, año en el que detectamos la ubicación exacta del campo de batalla, se comentaron los hallazgos realizados hasta ese momento. También se dijo que, una vez finalizadas las tareas exploratorias en San Pedro, existía la idea de encarar un desafío mayor con el mismo equipo: detectar y prospectar los campos de batalla de la Cruzada Libertadora en territorio uruguayo: Rincón de las Gallinas y Sarandí.
En ese punto, la conversación tomó un giro inesperado. De inmediato, sin tener datos precisos acerca del Combate del Rincón, el arquitecto argentino Christian Griffin, residente en Colonia por años, hizo referencia a las grandes extensiones de campo que habían sido propiedad de su familia entre el río Uruguay y el Negro, precisamente en el área del Rincón de Haedo, otra de las denominaciones del sitio en cuestión.
El asunto no se agotó allí. Christian recordó que cuando niño jugaba en las “trincheras” cercanas a la casa familiar, construida en 1840, y que algunos de sus parientes habían encontrado botones militares portugueses en los restos de aquellos terraplenes.

Christian Griffin coteja los planos catastrales de los campos de su familia
con la cartografía militar, durante un almuerzo reciente.